Descubriendo cuál es mi papel en este mundo gracias a un voluntariado

Recuerdo lo nerviosa y asustada que estaba los días antes de venir a España, pero en el fondo sabía que era algo que quería y que tenía que hacer.

Tras este año aquí, he decidido que quiero seguir creciendo tanto en lo personal como en lo laboral.Considero que este puede ser un buen país para conseguirlo. Por supuesto que echo de menos muchas cosas de mi país que antes no tenía tan en cuenta y ahora valoro más. Y sobre todo echo de menos a mi familia y amigos.

Después de 10 meses de haber empezado esta aventura me doy cuenta de que me ha aportado mucho, sobre todo personalmente. Creo que esta experiencia ha cambiado mi forma de ver a la gente, las diferencias entre culturas, la enorme diversidad entre las personas y al mismo tiempo lo parecidos que somos en muchos casos. Me ha ayudado a crecer, a hacerme más fuerte y a valorar más lo que tengo.

Por el momento la experiencia EVS está siendo muy enriquecedora. En primer lugar, para conocerme a mí misma. Tengo tiempo para comprender mejor mis emociones y mis ilusiones, para leer, para escribir, para pasear por el mar (tengo la suerte de vivir en Valencia) . Me di cuenta que lo importante es no tener miedo al ridículo y lanzarse, ¡he aprendido un montón! Además, estoy conociendo a muchísima gente de toda Europa, aprendiendo de ellos y disfrutando de su compañía.

Convertirme en voluntaria europea, la experiencia que cambió mi vida

Tras esta experiencia solo puedo animar a todo aquel que se esté planteando irse fuera, que no lo dude. Ya sea a través de este programa de Erasmus+ u otros programas de movilidad internacional o bien por su propia cuenta, que:

No tenga miedo a salir de su zona de confort y cambiar aquello que no gusta o con lo que no se está conforme, porque para cambiar algo primero hay que cambiarse a uno mismo.