BUDAPEST

Del 26 al 29 de junio estuve en Budapest, para participar en una reunión del proyecto Escape Town, que Amics, con el ayuntamiento de Agres está llevando a cabo, junto con el resto de asociaciones de Hungría, Alemania y Finlandia.
Éramos tres (desde España) y salimos a las 6:00 de la mañana y, para no perderme nada, inteligentemente decidí olvidar mi documento de identidad en casa, pero por suerte nos dimos cuenta a los dos minutos en auto.
Llegando al aeropuerto, desayunamos (yo, como buen tacaño, lo traje de casa, ahorrándome ocho euros).
Después de varias recomendaciones en el aeropuerto sobre la obligatoriedad de la mascarilla, subimos y, todavía no entiendo porqué, descubrimos que en realidad no era obligatoria en ese vuelo. El vuelo partió con una hora de retraso y tardó unas dos horas y cuarenta minutos.
Saliendo del aeropuerto fue muy fácil encontrar el autobús para ir al hotel porque las direcciones son muy claras y todos hablan inglés con fluidez (todos menos nosotros jajaja).
Al principio, cuando llegué a Budapest la primera impresión no fue positiva, vi una ciudad “muerta”, con poca vegetación y muchos vagabundos. En realidad, los días siguientes descubrí que_ los domingos, en verano, los habitantes suelen ir al lago, por lo que hay poca gente alrededor. También Budapest, al estar dividida en Buda y Pest y estábamos en la parte de Pest, con menos monumentos y menos espacios verdes. Finalmente, en cuanto a los vagabundos, creo que me llamaron la atención porque había poca gente alrededor. Así que: nunca juzgues un libro por su portada… ni Budapest por un domingo de verano.
En general, en los días siguientes me impresioné mucho por la concentración de monumentos y lugares históricos en la ciudad. También me encantó la comida y el estilo de decoración de los restaurantes, todos con un carácter muy fuerte y una gran atención al detalle. Otra cosa absolutamente emocionante es la impresionante vista panorámica de la ciudad por la noche, llena de luces!
La vida nocturna también está presente, aunque no he podido disfrutarla al máximo, pero seguro que volveré y visitar más a fondo los ruin pubs.