Evaluación de la evaluación intermedia

La evaluación intermedia es una reunión de tres días entre todos los voluntarios de ESC que están aproximadamente a la mitad de su viaje.
Durante este encuentro hablamos de expectativas, deberes, derechos y oportunidades para el futuro, nos conocemos y conocemos nuevas experiencias y nuevos puntos de vista.
En general, esta experiencia no fue ni positiva ni negativa para mí: aprendí muchas cosas, conocí a mucha gente pero también hubo algunos “problemas”.
En primer lugar, me parece inútil obligar a los voluntarios a participar: éramos un grupo de 50 personas (hasta 100), de hecho muy heterogéneo y difícil de gestionar, sobre todo porque se nos da la oportunidad de dar un feedback y evaluar el actividades realizadas: hay cosas que me pueden gustar que molestan a otros y viceversa. Muchas veces hay quien ya tiene toda la información necesaria y se aburre, o simplemente hay quien no le interesa conocer gente nueva y compartir su experiencia y no veo por qué obligarlos a participar.

Encontré a los facilitadores a veces no muy preparados en las lecciones, a veces no muy sensibles a nivel humano; sentí que nos trataron como nos hubieran enseñado a no tratar a las personas.
Tratando de captar el lado positivo, exploré el tema de la comunicación no violenta (sobre el cual ya estaba leyendo un libro), que me parece tan interesante como difícil de aplicar. Tuve la oportunidad de compartir mi proyecto personal y conocer a otros, de los cuales seguramente me inspiraré. Escuché nuevos puntos de vista sobre otras experiencias de voluntariado, a veces positivos, a veces negativos pero, en definitiva, constructivos para analizar lo que estoy haciendo de una manera más clara y profunda. La verdad es que me asombraban algunas visiones demasiado negativas: entiendo que algunas asociaciones pueden cometer errores evidentes (escuchando a otras personas me sentí muy orgullosa de estar con Amics… ps te juro que no me pagaron por decirlo ), pero también creo que muchas veces tenemos que tratar de encontrar el lado positivo de las cosas. Es normal que pasar hasta un año fuera de casa, en un país nuevo, conviviendo con más gente que conoces cuando llegas y que vienen de otros países, no siempre es fácil, pero tenemos que recordar siempre que solo crecemos saliendo de nuestra zona de confort y conocer otras culturas solo puede enriquecernos.

🙂